La huella de
carbono(1).
Cuando la velocidad de generación de residuos provocados por nuestra actividad, es mayor que la velocidad con la que el ambiente los neutraliza, por un simple balance de masa, los residuos se van acumulando. El envase que protege el producto que consumes, demora en destruirse mucho más que el periodo entre dos consumos sucesivos. Por eso estamos llegando al fondo, algunos podrán filosofar pero: que es el fondo? Nuestra civilización, contemporánea y tecnológica, que nos devora sin descanso, tiene su historia muy reciente, a pesar de su corta historia, el desastre ecológico causado es triste “Consumo luego existo”, sería la definición por antonomasia
Cuando la velocidad de generación de residuos provocados por nuestra actividad, es mayor que la velocidad con la que el ambiente los neutraliza, por un simple balance de masa, los residuos se van acumulando. El envase que protege el producto que consumes, demora en destruirse mucho más que el periodo entre dos consumos sucesivos. Por eso estamos llegando al fondo, algunos podrán filosofar pero: que es el fondo? Nuestra civilización, contemporánea y tecnológica, que nos devora sin descanso, tiene su historia muy reciente, a pesar de su corta historia, el desastre ecológico causado es triste “Consumo luego existo”, sería la definición por antonomasia
Hagamos el
esfuerzo en conjunto para ver si visualizamos el verdadero “valor” de las
cosas. Tomemos el ejemplo que mencionábamos al principio; el envase. Si cada
producto, mercancía o alimento que es transportado por cientos o miles de km y
llega a destino con un envase o packing que lo acondiciona para su
mantenimiento durante el transporte y al llegar a tus manos todo ese desecho
del envase, que en su elaboración llevo árboles, agua, energía, fotosíntesis
petróleo, sobre todo mucho preciado y escaso “Petróleo”
y sus derivados, genera inmediatamente al abrir el producto, una enorme carga
de residuos al país receptor, más toda la huella de carbono que ya generó en su
país de origen.
Entonces la
pregunta es cuál es el verdadero “valor” de ese producto, si le agrego a su
producción un costo por la “contaminación que genera fuera de fronteras, o lo
hago responsable por el proceso y la disposición de dichos residuos. Por
ejemplo enviándolos desechos al país de origen, baterías, plásticos, pvc, y
muchos etc… Cuál sería el verdadero costo real
de ese producto?
Si voy al
supermercado y compro todos los insumos para una semana, pero los saco del
envase y los llevo a mi hogar en recipientes de múltiples utilidades, a su vez
le dejo todos los residuos en el centro comercial, obligándolos a hacerse cargo
del costo del proceso de los residuos, y
así lo hicieran sucesivamente hacía atrás en cada eslabón que lucra en la
cadena productiva, volvemos a la pregunta, cuanto sería el costo real de estos artículos?
Estamos
importando productos desde china y enterramos sus envases como residuos
peligrosos, a esto le llaman manejo responsable y respetuoso con la futuras
generaciones? Propondría dejar una carta dentro de una botella donde pidamos
“perdón” por tanta atrocidad
Los países
subdesarrollados aplican cargas impositivas a la contaminación causada por
estos “productos” de origen lejano y de poca duración, con toda la
obsolescencia programada instalada en su diseño. Asumiendo que lo recaudado por
impuestos a los daños causados en los países receptores serán volcados al
mejoramiento de la problemática, pero la verdad es que en temas del “ambiente”
los dineros públicos nunca van a la vanguardia. Pensamos que la responsabilidad
es colectiva y de todos nosotros. La mejor política ambiental será siempre
”prevenir”…
Existe una
isla de plástico en el océano pacifico, descubierta en 1985 que a crecido de
forma permanente hasta llegar hoy a 1,6 millones de km cuadrados, casi diez
veces el tamaño de Uruguay, los efectos nocivos no pueden ser ni siquiera
calculados. Esa isla y su historia tendría que bastarnos para entender que los
daños se colectivizan y las ganancias son privadas
La dieta, la forma de viajar, el tamaño de la
casa, las costumbres a la hora de comprar, las actividades recreativas, la
forma de usar la electricidad, el uso de la calefacción y de electrodomésticos
como los secadores y los refrigeradores influyen decisivamente en la magnitud
de la huella de carbono de cada persona u
hogar.
El único
valor que cuenta es la huella de carbono que genera ese consumo, las reglas de las
tres R, reducir, reusar, reciclar en parte contiene y ayuda, pero la clave es
cambiar radicalmente la forma de consumo
Comprar
local, en mercados de cercanías y de producción nacional ayuda a todos.
La economía
clásica enseña que el óptimo se obtiene cuando uno produce solo los bienes para
los que tiene ventajas comparativas, y compra lo demás. Este análisis sigue
siendo válido, pero el resultado es erróneo. Por qué? Porque no se incluyen los
costos ocultos, como el asociado al deterioro del medio ambiente, los costos
ocultos de un intercambio injusto pos la diferencia de tamaño de los
operadores, los costos sociales del des/sub empleo etc.
El Partido Ecologista
plantea la discusión y el análisis de estos problemas existenciales a esta
altura de nuestra especie. Homos sapiens. Y no estamos pensando en Sartre, si
no en la sobrevivencia lisa y llana de la especie humana. Hay efectos en la
naturaleza, que escapan por completo a las posibilidades técnicas de la
humanidad. Lo peor que se puede hacer es ignorarlo o peor aun negarlo como hace
Trump. El pasado viernes 23 de noviembre, los técnicos
de USA presentaron el segundo volumen del
Cuarto Informe, dedicado
a la economía, indica claramente que, “si no se ponen en práctica esfuerzos
sustanciales y sostenidos de mitigación global y adaptación regional, se espera
que el cambio climático cause pérdidas crecientes a la infraestructura y las
propiedades estadounidenses e impida la tasa de crecimiento económico durante
este siglo”.
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